Llegó la inspiración...

La séptima entrega de mi serie Memorias, acaba de ser publicada. Me alegra un montón el buen pie con que ha sido acogida por los primeros lectores, pues a nadie le amarga un dulce y quien me conoce sabe de mi debilidad a los halagos.

Lo que los lectores no saben es que este fin de semana he terminado de escribir las entregas nº 10 y 11, así que tengo la historia bastante avanzada y digamos que estoy llegando al punto crucial. A partir de aquí puede ocurrir que precipite el final, lo que sin duda no nos gustaría a ninguno, o que consiga mantener la excitación y la intriga llegando a unos capítulos finales como a mi me gustan. Para desembocar en un final feliz, pues yo soy irremisiblemente de finales felices.

Como más de una vez he dicho, toda historia debe tener un final, pues de otro modo sería como una obra inacabada, y no hay cosa peor que quedarse con las ganas de saber el final de una película por ejemplo. Otra cosa es que luego éste guste o no, eso es harina de otro costal.

Pues ahí me encuentro. Como le he dicho a la persona que me ha dejado un comentario en mi anterior post, en Memorias (7) la acción se presenta "de repente", para ser luego explicada y retomada en la entrega décimo primera. Pero la verdad es que cuando la he acabado no ha terminado de convencerme, así que la dejaré "reposar" unos días a ver si a la vuelta tengo claro qué hacer con ella.

Espero que les siga gustando...