Un autor@ anónim@ de relátos eróticos

¿Quién no ha tenido una vecina o un vecino al que ha deseado tirarse? Más cuando dicha vecina o vecino tiene un aire misterioso, del cual no sabemos apenas nada, salvo que físicamente nos atrae y sentimos el deseo y la tentación de darle algo más que los buenos días cuando nos lo cruzamos en la escalera o en el descansillo. Pues así arranca esta historia, con una nueva vecina que se muda al bloque de pisos donde vive Samuel. Para más inri, dicha vecina aparece en su clase del instituto, por lo que la atracción que Samuel siente por ella no puede sino aumentar y desea con todas sus fuerzas poder conocerla, no sólo como amiga, sino íntimamente hablando. (…) La presente novela es la vigésimo sexta que publico y aunque puedo decir que probablemente no sea la última, lo cierto es que el camino andado es mucho cuando uno echa la vista atrás y comienza a pesar. Pero quedan tantos universos por explorar, tanto placer por disfrutar y gozar que, apenas hago un pequeño esfuerzo vienen a mi mente

Esta es la premisa: ¡Fuck me tender! O lo que es lo mismo, ¡Fóllame tierno o suave!; como queramos interpretarlo en castellano. Fuck me tender es una película porno inspirada en los años sesenta en la América rural, muy al estilo de Grease. Dicho film tiene una deliciosa escena de entrada lésbica, donde dos chicas se ven en en garaje y se tocan y se besan y se comen el chichi... Dicha escena me parece de lo más tierno y sensual y me inspiró para recrear una novela en torno a ese ambiente retro años sesenta. Y hela aquí: ¡ Fóllame tierno ! Aparte de lo ya contado, en dicho film todos los polvos son anales, es una oda al sexo anal en ese sentido. Algo que también queda recogido en la novela y justificado como se debe justificar en esa época. Y en este ambiente surge la historia de una familia, donde todos sus miembros anhelan ser follados y follar tierno, el hermano, la hermana, la madre y el padre.  En frente, una mujer divorciada y su hija coprotagonizan la historia, con otros persona

¡No puedo estar más satisfecho con la aceptación que están teniendo mis dos últimas novelas! De verdad, ¡muchas gracias a todos los que las han leído y están leyendo actualmente y a aquellos que seguramente las leerán próximamente! Mi Verano en Japón fue escrita casi en paralelo con Los Secretos de Mamá, simplemente ambas historias llamaron a mi puerta y no tuve más remedio que abrirles e invitarlas a ser escritas por mi mano. La obra que ahora nos ocupa fue fruto de la inspiración que sentí al jugar aun juego erótico y muy sensual, pero yo le di una vuelta de tuerca mezclando un hecho real, como el que fue la expedición de Japón a España donde algunos de sus samurais decidieron quedarse en la localidad Sevillana de Coria del Rio . Con los recuerdos del caliente juego donde un joven hacía las delicias de una madre y sus dos hijas en una relación que podías llevar hasta el límite. De eso va esta historia, un caliente historia que tiene lugar en un tórrido verano en un cuarteto amoroso

  "A veces las obras simplemente vienen a nosotros y no podemos hacer otra cosa que plasmar sobre el papel aquello que nos es dictado..." Eso es lo que dicen "los artistas", no me considero tal cosa, lo mío es oficio al estilo de Stephen King, cuya biografía leí y me gustó mucho, todo hay que decirlo. Quiero aclarar que, ¡ni de lejos lo mío tiene nada que ver con lo suyo! Así, los secretos de mamá me vino a la mente calenturienta mía y aunque durante un tiempo evité que la trama argumental girase en exclusiva sobre lo filial, en esta novela, ese es el eje vertebrador de la obra. Aderezado con tramas paralelas, eso si, pero aquí es la idea o núcleo central. Qué pasaría si descubriésemos que nuestra madre vive y siente: ¡Que se excita exhibiéndose en público pero ocultándose de las miradas ajenas! Eso es lo que le ocurre a Unai, el hijo de Malena, solo que él tendrá un poco de suerte y conocerá esa otra faceta oculta que su madre guarda celosamente, pero como suele de

Vero era una chica a la que le gustaba follar duro. Ya se sabe, azotes, agarrarla por el cuello y sentir que te poseen. Pero a ella también le gustaba dominar, así su postura favorita era ella encima y él debajo. Y en esta dicotomía se movía Vero como pez en el agua. Se inició en el sexo como casi todas las chicas a las que les gusta explorarse, a temprana edad. Aunque no fue hasta su puesta de largo cuando lo hizo por primera vez, con un chico inexperto y claro, no le gustó. No fue hasta años después que conoció a su primer amor de verdad, un hombre mayor que ella, le sacaba más de diez años, pero era un experto en el amor y así la hizo sentir de bien. Su relación duró bastante, ni mucho ni poco, pero terminaron bien, que es lo más importante y ella confiesa que hoy en día son grandes amigos. Cuando le confieso mis fantasías acerca de amor filia, ella me dice que: ¡eso no se hace! Pero indagando un poco más descubro que ella tiene una secreta atracción por su hermano, el cual sólo ha