Un autor@ anónim@ de relátos eróticos

Esas palabras las escuchó J.K. Rowling en boca de su editor cuando conversaba con él acerca de la publicación de Harry Potter y la Piedra Filosofal... Claro yo no soy J.K. y tampoco he escrito dicha obra. Yo escribo de temas tabú, que tienen su público y también tengo novelas de temas hetero-general. Tengo un poco de todo, pero ninguna destaca especialmente, salvo quizás Memorias (en sus dos versiones). No es que no vaya a hacerme rico, es que tampoco puedo plantearme vivir mínimamente de esto y cuando digo mínimamente me refiero a un ingreso vital mínimo que aquí te dan cuando no tienes recursos, o sea que nos podemos hacer una idea de lo difícil que es que la gente lea nada hoy en día. Esto es general, no sólo se circunscribe al generó erótico. Aquí sólo venden cuatro gatos o gatas, el resto malvive o no vive de lo que escribe, y en ese 99% de los autores se encuentra este, por supuesto, muy atrás en la cola. Lo más triste es que esto contentará a cuatro tontos que te acaban odiando

Pues eso, que digo yo que es justo y necesario reconocer cuando las cosas se hacen bien y tienen su efecto como en este caso, promocionando mi última novela La Embarazada - La más caliente al Top-7 de erótica de Amazon, ¡tras apenas tres días desde su publicación! Codeándose con pesos pesados como Rose Gate o Megan Maxwell, nada más y nada menos. Desde aquí vaya mi más sincero agradecimiento a todos esos lectores y lectoras, anónimos como yo, que habéis leído y disfrutado mi último trabajo. ¡Probablemente os lo hayáis pasado tan bien como yo escribiéndolo! Pero como dicen por ahí, no hay tiempo que perder y ya estoy trabajando en la siguiente novela, ¡que espero no se demore tanto como esta! De verdad, ¡mil gracias! Zorro Blanco.

¡Y van los dos patitos! Como diría el Dúo Sacapuntas: ¡22, 22, 22, 22, 22! Pues si, esta es mi vigésimo segunda novela y no por ello hay menos incertidumbre de cómo será acogida entre los lectores y lectoras que ya me conocen o los que aún no lo han hecho. Esta obra es entrañable, no es que las otras no lo sean, pero creo que he conseguido una buena atmósfera para contar la historia. Una rocambolesca historia todo hay que decirlo. Está inspirada en una camster que conocí hace tiempo a la que denominé: "Milky Areolas", ya que esta chica tenía la particularidad de derramar leche de sus inmensos pezones en ante la cam mientras se masturbaba y daba graciosos saltitos... :D Puede parecer gracioso pero: '¡Guau! ¡Era muy excitante! Y recordando esas viejas escenas me inspiré para escribir esta novela, donde la protagonista también está embarazada y aún no tiene leche pero la tendrá... Siempre ando buscando sorprender al lector o lectora. Intentando no repetirme en los argumentos

 Nos dicen las escrituras que Judas vendió a Jesús por un puñado de monedas... Más digo yo que en caso de que tal cosa hubiese ocurrido, no sería únicamente por ese puñado de monedas. Así me siento yo, vendiendo mi alma en cada obra, ¿cómo pueden pensar algunos que lo hago "por un puñado de monedas"? No soy Judas, ¡por supuesto! ¡Dios me libre! Pero lo cierto es que cuando publico una obra como La Viuda , mi última novela, o Un guiño del destino , una de las primeras y más personales, o La madre de mi mejor amigo , una de las que más éxito han tenido. Lo que obtengo es un puñado de monedas, no muchas sino más bien pocas. Pero entonces, ¿por qué sigo? Eso me gustaría saber a mi, tal vez por no dejar morir el sueño, porque en el fondo antes de llegar a publicar ya he disfrutado de la historia en primera persona, y eso me ha producido ya suficientes endorfinas y algunos orgásmos como para sentirme satisfecho del producto final. Después lo publico y sé que llego a un público, com

  Superada la veintena de novelas habrá quien piense que es soberbia, no, estás muy equivocado, es simplemente necesidad de escribir. Lo he dicho muchas veces, me gusta escribir historias calientes y sensuales, con sentimiento, ya que me llenan por dentro y me hacen disfrutar no solo sexualmente, sino intelectualmente. Pues el sexo es algo mental, si no me crees, ¿cuántas veces te masturbaste durante los primeros días del confinamiento? ¿Pudiste hacerlo? Yo no y creo que tú, tampoco… En La Viuda , una mujer redescubre el sabor de la vida, gracias a la irrupción de su sobrino Gabriel, quien le abrirá los ojos y despertará en ella el deseo oculto. La sacará de la amargura en la que ahoga sus penas y junto a otros personajes principales, le devolverá la alegría de vivir perdida desde que enviudó. Como la vida misma, podría decirse. Y como siempre, aderezado con sexo del bueno, sensual y caliente, humano y divino, cercano y suave, como personas de carne y hueso que sienten y padece