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Mostrando entradas de noviembre, 2019

¿Seguir en lo filial o salir de él?

Querido lector o lectora: Yo confieso que durante años he jugueteado con lo filial. Porque tenía gancho aquí en TR, porque me resulta erótica la idea de juguetear con madres amorosas o buenos hijos. Así nació Náufragos, mi primera obra, a la que seguiría una más ambiciosa: Las memorias de Adam. Y durante años estuvo bien. Disfruté con la escritura y tuve muy bien feedback de mis queridos lectores y lectoras. Luego pensé en que lo filial es excitante, sí, pero que excita más la insinuación que lo directo. Así escribí Caluroso Verano, que en su primera versión era una obra filial 100%, pero que en su revisión previa a la publicación, perdió carga directa y sumó carga indirecta, es filial sí, pero más sugerente. En esta misma línea está Liberate me, insinúa la relación madre e hijo y es muy erótica. Pero sigue siendo filial. Luego llegó una historia filial como: Vaquero de Ciudad, pero completamente diferente, ya que aquí no es la madre y el hijo, o la hermana y el hermano, s

Desde el portal, viendo la vida pasar

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Esta es mi última novela, una historia larga, más de 40.000 palabras, por lo que ha sido compleja tanto de escribir como de revisar. Pero la longitud de mis historias no la se a priori, no me marco un mínimo ni un máximo. La historia simplemente fluye y de forma natural llega al final. Normalmente es así, tiras del hilo y no sabes donde acaba la madeja. La historia gira en torno a Teo y Nica, dos adolescentes que se dedican a pasar los largos ratos sin hacer nada, sentados en el portal, viendo la vida pasar, en un tiempo pasado, sin vídeo juegos, con la tele como única fuente de entretenimiento "tecnológico", nada que ver con los tiempos actuales. De aquí, de esos adolescentes sin nada que hacer, surgió la idea para la novela, el germen que luego se desarrolló hasta conformar una novela tan larga y rica en tramas como ésta. Mi carácter y mi estilo están impresos en ella, pero como cada una de mis novelas, tiene vida propia y el estilo varia ligeramente. El lenguaje, po