La fantasía secreta de Vero


Vero era una chica a la que le gustaba follar duro. Ya se sabe, azotes, agarrarla por el cuello y sentir que te poseen.

Pero a ella también le gustaba dominar, así su postura favorita era ella encima y él debajo. Y en esta dicotomía se movía Vero como pez en el agua.

Se inició en el sexo como casi todas las chicas a las que les gusta explorarse, a temprana edad. Aunque no fue hasta su puesta de largo cuando lo hizo por primera vez, con un chico inexperto y claro, no le gustó.

No fue hasta años después que conoció a su primer amor de verdad, un hombre mayor que ella, le sacaba más de diez años, pero era un experto en el amor y así la hizo sentir de bien.

Su relación duró bastante, ni mucho ni poco, pero terminaron bien, que es lo más importante y ella confiesa que hoy en día son grandes amigos.

Cuando le confieso mis fantasías acerca de amor filia, ella me dice que: ¡eso no se hace! Pero indagando un poco más descubro que ella tiene una secreta atracción por su hermano, el cual sólo ha visto unas cuantas veces en su vida, pues vive en otro país y tiene otra madre y le parece muy guapo, ¡literalmente!

A él sí se lo tiraría, me confiesa. Entonces yo, medio en serio medio en broma le propongo que cumpla su fantasía aquí delante mío, pues también se confiesa voyeurista, es decir, que le gusta que la miren.

Así voy escribiendo cómo empezaría todo y de vez en cuando le pregunto cómo seguiría, ella comienza a jugar y el juego le empieza a gustar, ¡tal vez demasiado! Pues la veo calentarse y gemir un poco más de lo habitual y dudo si será para calentarme a mi, cosa que se sobre entiende, o para calentarse ella. Esto no lo descubriré hasta el final, pero se confirmarán mis sospechas.

Le pregunto: ¿Y qué te haría? ¿Y qué le harías tú? Y ahora qué te gustaría que pasase. Ella me confiesa en un punto que no puede ni seguir hablando y se concentra en penetrase con un dildo relaístico al cual le ha subido la potencia de la vibración. Así se penetra con ganas delante de mi mientras se masturba al mismo tiempo, con las piernas bien abiertas, muy receptiva a mis sugerencias.

Su hermano comenzaría como a ella le gusta, agarrándola del cuello y dándole la vuelta para acto seguido bajarle las bragas y comerle la concha e incluso lamerle el oscuro agujero. Ella se excita y gime de placer. El hermano sigue y se levanta ensartándola mientras ella protesta, ¡esto no está bien! -le dice, pero él la obliga entonces a arrodillarse y chupársela.

Esta, con la verga en su boca, sintiéndose llena de ella, comienza a tener ganas de coger con él y se encela en la mamada, haciéndole gozar y gozando al mismo tiempo, de forma que cuando está apunto se levanta y lo sienta en el sofá de casa, gatea y se pone a horcajadas sobre su verga dura e inhiesta, clavándosela hasta lo más profundo.

Se siente llena, plena, goza sin parar cuando suavemente comienza a moverse y pasa a darle más duro, cascándole los huevos como a ella le gusta dominar.

Él folla bajo ella, le descubre las tetas y mira sus pezones largos y duros, los chupa, los muerde y la lleva al éxtasis supremo. Ella sigue jodiendo con él, hasta que decide darle más placer.

La pone en cuatro y ahora sí, la ensarta con su vara en ristre y la llena por detrás tirándole del pelo y sometiéndola, ¡pues a ella le gusta que la dominen! La folla bien duro y ella goza como nunca antes había gozado.

Entonces hay un problema, el la saca y pretende entrar por su puerta de atrás. Aquella donde Vero es virgen y no quiere ni intentar. Protesta, se queja cuando lo siente presionar, pero el la somete y la agarra del cuello, antes de bajarse y clavarle la lengua en su ajustado ojal.

La folla con la lengua por detrás y esto lubrica su secreta entrada, tanto que cuando él piensa que está lista se incorpora y lo vuelve a intentar.

Se la mete y le duele, le gusta pero le duele, no quiere que la saque, pero a pesar de ello le sigue doliendo. Él la folla analmente y ella goza y goza a pesar del placer y el dolor que le hace sentir con su tremenda herramienta clavada en semejante parte hasta que un orgasmo la sorprende y tiene su primer orgasmo culero.

Ella se estremece y él se la saca y la gira para a continuación masturbarse frente a ella y esta a su vez goza aún más masturbándose muy abierta de piernas frente a él.

Completamente despatarrada su sexo se muestra sonrosado abierto y jugoso, hinchado de la gran excitación. Él se corre, comienza a salir su leche a chorros y ella los recibe por todo su cuerpo, barriguita, pechos, ¡y hasta en sus mejillas!

Ha sido una gran corrida, una hermosa corrida que ella ha contemplado en primer plano. Deseosa de probar su semilla lleva su dedo a la mejilla donde uno de los chorros ha impactado y recogiendo su leche lo chupa y goza del sabor de la leche de él. ¡Nada más rico ha probado Vero!

Él sonríe y ella también. Vero ha cumplido su fantasía y siente que ya nada será igual entre ella y su hermano, pero no le importa.

Así culminó el relato improvisado,  verbalizando la fantasía oculta que ella guardaba en su mente calenturienta.

Le doy las gracias, ha sido maravilloso y ella me corresponde y me confiesa que le he regalado un orgasmo esa noche.

Yo lo sospechaba y su confesión confirmó mis sospechas, si no lo hubiese dicho podría haber pensado que fue fingido pero complacida me lo confesó, ¡fue para mi un placer sentirla y verla gozar en frente de esa web-cam que esta noche no fue fría sino muy caliente!

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