¡La chispa que prende las ascuas!
Dicen que "donde hubo fuego siempre quedan brasas". Si esto lo aplicamos a una relación de años donde se ha disfrutado mucho y también se ha discutido mucho, donde ahora la carga familiar pesa como una losa, donde el tedio y la apatía se dejan caer en los días pares... tenemos un peligroso caldo de cultivo para una separación.
Pero no es tan fácil, no si se es responsable y uno se toma en serio sus obligaciones en este mundo en el que nacemos, crecemos y vivimos buscando una felicidad efímera, pues nadie puede creer que el final de los cuentos donde dicen "...y vivieron felices para siempre.", eso es una entelequia, una utopía que como tal es inalcanzable. Sólo en los sueños la vida puede ser perfecta y aún ahí fallamos pues estamos tan acostumbrados a las imperfecciones del mundo real que hasta en sueños trasladamos nuestras inseguridades y amarguras.
Negro lo pinto, pero negro no es, pongamoslo gris, démosle un toque de optimismo al panorama y ahí descubriremos que esa pareja, agobiada por el tedio y la familia, cuando se enfrenta de verdad a esa difícil decisión, puede comprender que en el fondo se siguen queriendo, pueden recordar los viejos momentos vividos, aquellos donde la juventud y el amor los impulsaba a unirse en carne y alma, pues ambas cosas somos y al igual que el cerebro no puede vivir sin el cuerpo, la carne no puede hacerlo sin el alma. ¡Eso es lo que nos hace humanos!
En esos momentos la pareja puede volver a unirse como antaño y disfrutar del sexo desmedido y desenfrenado de entonces. Con la confianza de conocer al otro, con el recuerdo de su deseo sintiéndolo resurgir y entonces la pregunta es inevitable, ¿y por qué no hacemos esto más veces? Como dicen en un anuncio de mal gusto sobre una empresa de seguridad: "No hay respuesta"...
Ahora entiendo el porqué se separan tantas parejas... la convivencia es difícil, harta y cuando lo hace puede asfixiar. No hay nada como vivirlo en carne propia para hacer una opinión fundada del hecho, aunque en mi caso no hemos llegado a tanto... de momento.
Pero no es tan fácil, no si se es responsable y uno se toma en serio sus obligaciones en este mundo en el que nacemos, crecemos y vivimos buscando una felicidad efímera, pues nadie puede creer que el final de los cuentos donde dicen "...y vivieron felices para siempre.", eso es una entelequia, una utopía que como tal es inalcanzable. Sólo en los sueños la vida puede ser perfecta y aún ahí fallamos pues estamos tan acostumbrados a las imperfecciones del mundo real que hasta en sueños trasladamos nuestras inseguridades y amarguras.
Negro lo pinto, pero negro no es, pongamoslo gris, démosle un toque de optimismo al panorama y ahí descubriremos que esa pareja, agobiada por el tedio y la familia, cuando se enfrenta de verdad a esa difícil decisión, puede comprender que en el fondo se siguen queriendo, pueden recordar los viejos momentos vividos, aquellos donde la juventud y el amor los impulsaba a unirse en carne y alma, pues ambas cosas somos y al igual que el cerebro no puede vivir sin el cuerpo, la carne no puede hacerlo sin el alma. ¡Eso es lo que nos hace humanos!
En esos momentos la pareja puede volver a unirse como antaño y disfrutar del sexo desmedido y desenfrenado de entonces. Con la confianza de conocer al otro, con el recuerdo de su deseo sintiéndolo resurgir y entonces la pregunta es inevitable, ¿y por qué no hacemos esto más veces? Como dicen en un anuncio de mal gusto sobre una empresa de seguridad: "No hay respuesta"...
Ahora entiendo el porqué se separan tantas parejas... la convivencia es difícil, harta y cuando lo hace puede asfixiar. No hay nada como vivirlo en carne propia para hacer una opinión fundada del hecho, aunque en mi caso no hemos llegado a tanto... de momento.
Realmente los temas de homosexualidad, no me agradan,me gustan hombre - mujer, joven - madura, madrastra - hijastro, tía política - sobrino, bueno madre e hijo, esos temas si, homosexualismo, no lo concibo, no los asimilo
ResponderEliminargracias
Lo comprendo, cada uno tiene que ser consecuente con su sexualidad. Yo lo planteo como una fantasía, pero también me considero etero...
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