Homosexualidad & heterosexualidad, he aquí la cuestión.

Con una mayoría de heterosexuales en el mundo, la otra parte, aquella que se confiesa homosexual en alguna de sus formas, gays,  lesbianismo, transexualidad, están en clara minoría. Claro que son pocos los que lo confiesan y tal vez muchos los que lo ocultan, tal vez ocultan deseos íntimos que reprimen hasta el punto de la negación y eso no puede ser bueno pienso yo.

Ante todo la sexualidad debe ser "sana" en mi opinión, esto es, debe existir un respeto mutuo en la pareja, ya sea con amor o sin él, ya sea fruto de una noche loca o incluso como una "transacción comercial", siempre debe existir respeto pues seres humanos somos todos. Y ese mismo respeto debemos tenerlo para esas otras formas de la sexualidad que se salen de los estándares socialmente admitidos y tolerados.

Con lo anterior no me refiero a las desviaciones, como el sado, dominación u otras prácticas sexuales que a mi entender no son "sanas", quien piense lo contrario está en su derecho, yo estoy en el mío cuando lo afirmo también.

En estas relaciones "sanas" sí que puede mediar el amor, tal vez sea esa la vara de medir que puede diferenciar una relación sana de la que no lo es, pues no creo yo que en el "sado" haya mucho de amor, ¿verdad?

Ante todo perdón por el sermón, pues no lo pretendía. Todo esto viene a cuento de mi nuevo relato: El secreto de Adam; del cual ya anticipé su título en un posts anterior, donde confesé que esta parte del relato de Memorias quedó latente en mi cabeza y que finalmente verá la luz a través de la web de TR.

Es una fantasía personal, lo admito, sí. Entra dentro del mundo dela homosexualidad como yo la imagino, idealizada, tal vez un tanto real, pues es como la trato de describirla. En este primer episodio lo he publicado como "amor filial" pues realmente lo es, ya que es un trío entre Albert, su madre y su mejor amigo. De ahí surgirá la mecha que prenderá en el segundo capítulo ya en su lado "gay", el cual publicaré en su correspondiente categoría.

La apuesta es arriesgada, y tal vez tenga que preparar el paraguas para parar el chaparrón, pero me apetecía escribir este relato, ya sea por ser una fantasía personal, ya sea como un reto por cubrir más géneros dentro de la sexualidad, pues sobre lesbianas ya escribí El coma, el cual no terminé pues me quedé sin ideas tras su tercer capítulo.

Como dicen los escritores "profesionales", el lector es el mejor juez, así que acataré su dictamen, me guste o no y me conformaré con haber intentado escribir el mejor relato que haya podido surgir de mi cabeza sobre "otra" sexualidad...